viernes, 4 de febrero de 2011

Crónica de la salida a Corocho del Rocigalgo (Toledo)


El Corocho del Rocigalgo es el pico más alto de la provincia de Toledo con 1448m. Pertenece al Parque Nacional de Los Cabañeros en la comarca de La Jara, en el municipio de Los Navalucillos, capital de dicha comarca.
El término de “Navalucillos” está formado por la unión de Nava y Lucillos viniendo a significar “llano de los sepulcros”. Se debe a dos grupos de sepulcros que se encontraron en la zona, unos de época visigoda, en pizarra, situados a 500 m de Los Vallejos, y los otros, excavados en granito, en la zona de El Charco de la Mora y El Charco de Melchor.
Tras la reconquista, fue el rey Alfonso VI quien mandó repoblar estas zonas devastadas con mozárabes y judíos, otra evidencia de que los castellanos somos fruto del mestizaje.
Etimológicamente el nombre de La Jara, además de corresponderse con el de una de las especies vegetales más abundantes allí, parece estar relacionado con el vocablo árabe Cha´ara, cuyo significado es zona despoblada, pues así estuvo la comarca durante muchos años.

Esta salida la realizamos el 30 de enero de 2011.
Una mañana de mucha niebla pero que a medida que pasaba la mañana iba levantando, parte del grupo (de Valladolid y Guardo) llegó sobre las 9 de la mañana a Los Navalucillos para desayunar y visitar el municipio. Sobre las 10 nos acercamos a las Becerras, donde comenzaba la ruta, y allí nos encontramos con el resto del grupo (Madrid, Segovia, Guardo y Toledo).
Tuvimos la suerte de que saliera el sol y poder contemplar mejor las hermosas vistas de este bonito valle, lo primero que nos encontramos fue la Cascada del Chorro, un salto de agua que se encuentra rodeado de paredes naturales rebosantes de vegetación y musgo, un rincón de La Jara que conserva un primitivo microclima oceánico. Apenas llega el sol debido a la vegetación exuberante del lugar, gotean hilillos de agua por todas las verdes paredes calizas, el agua cristalina y fría es la que se bebe en el pueblo y se dirige directamente al río Pusa.
Continuamos la excursión y nos tocó atravesar varias pedrizas y unas cornisas que servían de cobijo para los animales, al atravesar esta zona tomamos todas las precauciones posibles debido a que el paso se hacía estrecho. Una vez pasado éste, encontramos la bifurcación que nos llevó hasta la Chorrera Chica, desde aquí continuamos la ruta y tras atravesar el río, comenzamos la ascensión entre un robledal con algo de nieve. Empezó a cerrarse la niebla y comenzó a nevar hasta que coronamos el Rocigalgo, una vez allí se despejó el día y pudimos disfrutar de una agradable comida. Rápido comenzamos el descenso por el mismo sitio ya que parados el frío arreciaba, después de un agradable paseo para el descenso, llegamos hasta el aparcamiento donde comenzó la ruta.

Fuente: http://proyecto36473.blogspot.com

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